Laboratorio: Sala de experimentaciones, observaciones y reflexiones sobre el porvenir, lugar en el que, a través de fórmulas físicas y químicas, se encuentra escondido el espíritu, confundido entre constantes o variables. Templo para encontrarse y saberse en distintos estados al calor de las reacciones químicas.
Estar presente
en el laboratorio en un día de práctica es asistir a la iniciación de más de un
individuo a la vida misma.
Laboratorio:
planchas tendidas esperando masas encefálicas dispuestas a expandirse divisando
lo que sólo con ojos artificiales es posible. ¡Microscopios para vernos cara a
cara consigo mismos!
Estar presente
en el laboratorio en un día de teoría es revisar la Historia más allá de toda
acción cotidiana que, sin embargo, no escapa de convertirse en la causante de
las actitudes humanas; es estudiar aquellos misterios que revelan la
constitución, destino y fortuna de cada ser vivo.
El laboratorio es, en fin, para el niño, la sala de juegos
y para el adulto, la reinvención concienzuda de sí mismo.
Daniela
Rodríguez Márquez
Grupo 660