domingo, 18 de agosto de 2013

Infancia



Los retratos no sólo saben tus historias sino que también las cuentan, seguramente por eso no hay fotografías a la vista en mi casa.
            Entre esas fotos escondidizas está una de mis favoritas. En la foto estoy rodeada de globos de colores, tengo puesto un vestido esponjado, verde con flores rosas, aún soy muy pequeña, pero ya tengo la sonrisa, las mejillas grandes y la nariz pequeña que me identifican.
“Es tu fiesta, pero no en el día de tu cumpleaños porque ese día tuviste un ataque de bronquitis y te llevamos al hospital”, me decía mi mamá cada vez que le preguntaba por la foto. De tanto preguntarle me aprendí el diálogo y ahora, cuando veo la foto, en lugar de preguntar, dejo que el retrato  me hable.

Elsy Estrada. Grupo 660