de gritar a oídos sordos,
de besar labios muertos.
Escribir es el placer de los ojos secos
y el corazón de un ser deshecho
que llora, llora, llora,
de un ser atormentado por la vida,
Escribir, mientras uno se consume
y se impregna en las frías y blancas
hojas de la existencia.
Escribir el manifiesto de realidades y
ficciones.
Escribir el valle de pesares y dolores.
¿Por qué escribir, me preguntas?
Escribir es el arte de sanar el alma,
De gritar a oídos sordos,
De besar labios muertos…
María del Carmen Ríos. Grupo 610