domingo, 22 de marzo de 2015

Carroña

Soy soledad, humo y penuria,
la inocencia perdida entre lobos,
soy seda rasgándose en las garras del deseo,
un poco de luz, un poco de sombra.

Muriendo estoy,
confiado en la bondad de extraños.
Observo al buitre ascender a luz de luna.
¡Sálvame de esta ciudad de carroña!

He visto el mundo,
lo he visto todo.
Los diamantes alumbran la noche.
No me entristezcas,
brillantes y rotos son los sueños de ciudad,
¡Oh, Dios mío! Estoy cayendo.

Un ángel era yo,
ahora estoy muriendo.
Soy soledad, humo y sangre,
soy carroña.

Diego Eduardo Ibarra Sánchez