I.
Tú representas la cadena
eterna de las cosas,
el mudo palpitar de las estrellas,
el inolvidable misterio de
la vida,
la
perenne posesión de un instante prisionero.
Mi alma deslumbrada, te
adora y se arrodilla
ante la deslumbrante
plenitud de tu persona
y en místico arrebato
exclama embelesada:
Vita no
es un sueño, Vita es un milagro.
II.
Soy
una errata.
Necesito una fe.
Miro
una sonrisa corroída es tuya.
Inquisidora
de algo y
no sabe de qué.
Dedicada
a aprobar existencias que no son las mías
Cogito
ergo NO sum.