Soñé contigo dos veces esta noche. Soñé que te abandonaba para irme a tu lado. Mientras tomaba tu mano, no cesaba mi arrepentimiento por haber partido para marcharme junto a ti. Me sentí muy mal. Seguro te encontrabas sola mientras yo sonreía contigo. ¿Cómo es posible que te haya cambiado por ti? Resolví dejarte, pero no me atreví a regresar al sitio donde te había desamparado.
No sabes cuánto me consuela que sólo seas una en la realidad, pues, de lo contrario, no podría decidir
Christian Uriel Jiménez Flores