(Primer lugar en el
Concurso Interpreparatoriano de Poesía 2015, etapa local)
Una lágrima corre por mi mejilla,
donde sólo tú eres navegante.
No te detengas, faltan dos lunares más
y encontrarás el mar.
Y una vez ahí,
adéntrate a profundidades
donde nadie ha llegado;
mi cuerpo es el mapa,
mis labios tu timón,
mi ombligo la brújula,
tus dedos, pinceles en mi espalda.
Escala con tus labios las montañas
crecidas en los huesos de mis caderas.
Quédate esta noche,
finjámonos amantes,
que tus besos crezcan como trigo en las
praderas.
Si después de esta travesía,
quedas exhausto
y me niegas tu mirada,
hazme un favor:
al despertar,
deja el recuerdo intacto,
en silencio
despréndete de mí.
Busca otro inocente territorio.
Gerardo Alberto Colín Ávila